Una de las, lamentablemente inevitables, consecuencia del sector industrial y de la fabricación es el desperdicio de materiales y los residuos que se generan. No obstante, la responsabilidad social de nuestro negocio frente a esta situación debe ser estricta y contar con una estrategia y planificación. Asimismo, se deberá disponer de los medios precisos para minimizar de forma considerable los factores negativos de los procesos de producción.

Pero esta materia no solo es importante en cuánto al factor medioambiental y de responsabilidad social corporativa. También afecta económicamente a las empresas.

¿Sabías que el 20% de los ingresos del sector de la fabricación se pierden debido al desperdicio de materias? Esto, además de ser un derroche, supone un aumento de los costes de fabricación, una reducción de los beneficios y, como decíamos, un impacto negativo al medio ambiente.

Por esta razón en la actualidad se está trabajando para cambiar el funcionamiento de estos procesos y adoptar prácticas y modelos que minimicen estos excesos.

Un desperdicio inevitable, pero minimizable

Como hemos comentado, es inevitable que se den desperdicios en el proceso de fabricación, pero eso no quiere decir que no los podamos minimizar. Por esta razón muchos negocios aplican la fabricación ajustada, la cual detecta aquellas partes del proceso que no aportan valor de forma que podamos disminuir el desperdicio e incrementar la productividad.

En la actualidad, las nuevas tecnologías están ayudando mucho para que la fabricación ajustada evolucione a otro nivel. Se trata de focalizarse en la recogida de herramientas, técnicas y principios que son demostrablemente efectivos para eliminar el desperdicio. Por su puesto, además de proporcionar la información necesaria que garantice que todo el proceso será lo más sostenible y responsable con el medioambiente posible.

Pero ¿Qué tipos de desperdicios hay y cómo puedo minimizarlos?

Estos son algunos de los principales tipos de desperdicio que existen y cómo un ERP nos puede ayudar a optimizarlo.

Sobreproducción

Tener en stock los materiales necesarios para nuestros productos y que a su vez estos no ocupen un gran espacio, es complicado. Si no lo logramos, se puede llegar a frenar la producción de otros productos. Es decir, estamos inmovilizando nuestro capital tras haberlo gastado en unos materiales que no eran los correctos. Todo eso que no necesitemos estará acumulando polvo mientras compramos nuevas materias primas para poder cumplir con los pedidos.

Gracias a un ERP como Sage 200 Advanced, podemos monitorizar y mantener procesos de producción, compras y almacén acorde a la demanda. Además, este tipo de soluciones nos permite llevar un control y una gestión de toda la cadena de suministro.

Transporte

Evidentemente, todo lo que fabricamos tiene un destino. Por tanto, cuanta más producción tengamos, más tendremos que transportar, ya sea interna o externamente.

Esta actividad no solo supone un impacto medioambiental, sino que además puede afectar a la calidad y los costes de nuestro producto. A más movimiento mayor riesgo de daño o pérdida.

Con un ERP 360 como Sage 200 podemos adaptarnos ágilmente y modificar nuestra planificación siempre que lo necesitemos. Por su puesto, podremos gestionar los flujos de logística como la trazabilidad y con paneles visuales de datos podrás ver que está ocurriendo en tiempo real. De esta forma podemos evitar costes innecesarios.

Inventario

Para lograr obtener beneficios es necesario que contemos con un flujo de stock constante y de productos disponibles para enviar a los clientes en todo momento. Sin embargo, si contamos con mucho stock puede que luego sea más complicado moverlo y, por tanto, tengamos problemas de disponibilidad de almacén, costes de seguros, u otros. Y si, por su parte, no contamos con el stock suficiente, no podremos satisfacer la demanda de los clientes.

Con Sage podemos monitorizar en tiempo real la situación del almacén.  De esta forma siempre podremos atender a las demandas de los clientes y sin excesivos costes.

Defectos

Es posible que en alguna ocasión los productos tengan algún defecto o simplemente no cumplan con nuestras expectativas. No importa sin nos percatamos durante la cadena de suministro o una vez el cliente lo haya recibido. Con la trazabilidad se minimizan estos errores y se pueden corregir al instante.

Además, Sage identifica exactamente dónde se encuentran los problemas en cualquier fase para que podamos trabajar en ellos rápidamente. Los ERP aportan una trazabilidad mucho más eficiente de los productos y proyectos, lo que optimiza la precisión de la planificación y disminuye los defectos.

En definitiva, contar con un ERP nos permite minimizar al máximo las situaciones de desperdicios y derroches durante el proceso de fabricación. ¿Todavía no cuentas con un ERP?

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