En cualquier empresa una de las cosas más importantes es la organización y gestión del tiempo durante la jornada laboral. El tiempo es el elemento más valioso, del cual debemos hacer un uso lo más correcto posible si queremos tener éxito en nuestras tareas.  

Y como cualquier cosa importante en la vida, hay una serie de factores y elementos que nos van a impedir, continuamente, que lleguemos a cumplir correctamente con nuestros objetivos de gestión y organización. Aquí van una serie de estos: 

  • No planificar: Empezar a realizar las tareas sin una organización previa, nos dará pie a que no tengamos claros los pasos a seguir. Por lo que nos obligará a planificar sobre la marcha, lo cual nos hará perder más tiempo que si hubiésemos preparado una planificación antes de empezar.       
  • No priorizar las tareas: Tratar todas las tareas con el mismo nivel de importancia no es lo óptimo. Hay que diferenciar entre las tareas que son más importantes de las que son menos, e ir ejecutándolas de mayor a menor importancia. 
  • No estar concentrado: Aquí influyen otros factores como pueden ser el teléfono o la falta de tomarse un pequeño descanso.   

Y para lidiar con esta serie de impedimentos, sigo unos pasos que me facilitan la organización y gestión del tiempo durante la jornada de trabajo: 

Al finalizar la semana, el director o gestores de proyectos reciben una estimación de las horas que voy a necesitar para cada tarea a realizar de los proyectos de la siguiente semana. En la plataforma Openbravo, se registran las horas acordadas anteriormente en mi perfil y distribuidas por cada día de la semana, priorizando las tareas más urgentes a realizar. 

Con respecto a la gestión del cliente y en el caso de contactar con él por teléfono, utilizo un bloc de notas. ¿Por qué? En el, me apunto cada una de las incidencias ya que así evito olvidarme o saltarme alguna de ellas. Si el contacto es por correo electrónico, ya no surge este problema, consulto el email en caso de dudas. 

A lo largo de la jornada laboral, realizo un pequeño descanso. El simple hecho de desconectar me ayuda mentalmente a recuperar energías y seguir con las tareas. Estar delante de la pantalla del ordenador la mayor parte del día, llega a ser contraproducente y es mejor ‘perder’ un poco de tiempo en el descanso, que no realizarlo. Otro consejo a la hora de intentar aislarse de los elementos de alrededor que nos puedan distraer, es el de escuchar música que mejore nuestra concentración.   

En definitiva, tener hecha una planificación de forma correcta nos permite a nosotros mismos a no entrar en un estado de estrés porque se nos complican las tareas y el tiempo se nos echa encima. Por su parte, al empresario le permite ahorrar en tiempos y costes, lo cual genera una buena imagen de cara al cliente final, por su eficiencia a la hora de terminar las tareas encomendadas por el cliente.